¿Y si viviéramos en una simulación? La ciencia y la filosofía se unen para desafiar tu realidad
¿Alguna vez has sentido que el mundo parece demasiado perfecto… o demasiado extraño? ¿Qué pasaría si te dijera que podrías estar viviendo dentro de un videojuego cósmico, creado por una civilización avanzada? No es ciencia ficción: es una hipótesis que filósofos y científicos están explorando seriamente. Prepárate para cuestionarlo todo.
Los grandes nombres detrás de la idea
El filósofo sueco Nick Bostrom, desde su despacho en Oxford, lanzó una bomba en 2003 con su «argumento de la simulación». Según él, es probable que estemos en una realidad artificial porque: o las civilizaciones avanzadas nunca llegan a crear simulaciones, o no les interesa, o… ya estamos dentro de una. ¿Probabilidades? Altas, si consideramos el avance tecnológico exponencial.
Pero no todo es teoría. Thomas Campbell, exfísico de la NASA, va más allá y dice que nuestra realidad se «renderiza» como un videojuego: solo existe lo que observamos. Campbell ha diseñado experimentos basados en la física cuántica para probarlo. Y desde la Universidad de Portsmouth, Melvin Vopson propone que el universo optimiza información como un programa eficiente, con su «segunda ley de la infodinámica». ¿Casualidad o diseño?
La física cuántica entra en juego
Seguro has oído del experimento de la doble rendija: una partícula actúa como onda hasta que alguien la mira, y entonces «decide» ser partícula. ¿Raro, verdad? Campbell lo ve como prueba de que la realidad se genera «a demanda», igual que un videojuego no carga el mapa entero, solo lo que ves. Vopson añade que el universo podría tener una «resolución» finita, como píxeles diminutos definidos por la constante de Planck. Y el entrelazamiento cuántico, donde partículas lejanas se conectan al instante, ¿no parece un truco de programación?
Evidencias observacionales en física cuántica
- Comportamiento dependiente de la observación: Cuando no se mide, una partícula muestra un patrón de interferencia (como onda); al observarla, colapsa en un estado definido (como partícula). Campbell y otros interpretan esto como una posible señal de que la realidad se «renderiza» solo cuando es necesaria, ahorrando recursos computacionales en una simulación.
- Límite de resolución: La constante de Planck (longitud y tiempo mínimos en la física) podría sugerir una «resolución» finita del universo, similar a los píxeles de una pantalla digital.
- Entrelazamiento cuántico: Este fenómeno (donde partículas distantes están correlacionadas instantáneamente) podría verse como un «truco» de una simulación para evitar procesar interacciones físicas completas.
¿Evidencias o espejismos?
Imagina esto: cada vez que miras algo, el universo «carga» esa parte para ti. Campbell está testeando esta idea con versiones avanzadas del experimento de la doble rendija, buscando si la realidad «colapsa» solo cuando la observamos. Vopson, mientras tanto, analiza mutaciones de virus y patrones de información para ver si el cosmos ahorra recursos como un buen código. Pero ojo: muchos físicos, como Sabine Hossenfelder, dicen que esto es especulación sin pruebas sólidas. Aún no hay veredicto.
¿Qué significa para ti?
Si vivimos en una simulación, ¿cambia algo? Tal vez no veas cables ni pantallas azules, pero la próxima vez que algo raro pase en tu día —un déjà vu, un sueño vívido— podrías preguntarte: ¿es un glitch? La ciencia no tiene respuestas definitivas, pero la pregunta sigue abierta, y es fascinante.
¿Qué opinas? ¿Somos avatares en un juego cósmico o solo materia en un universo caótico?